Adios Hombre de la Campana...

TAN TAN TAN TAN TAN TAN!!!!! Ese era el sonido de una campana que inundaba el Estadio Modelo y luego el Monumental cada vez que Barcelona atacaba. TAN TAN TAN TAN TAN!!!! cada vez que olía a gol. Yo me recuerdo corridas de Mauricio Arguello, Manolo Uquillas, cabezazos de Lupo, gambetas de Luis Ordoñez, tiros ligre de Insúa, pases de gol de Trobbiani, maniobras de Zeverino, ataques de Marcelo Hurtado, la garra de Rosero, la calidad de Ephanor y todas esas faenas siembre las acompañaba el sonido tan peculiar de una campana: TAN TAN TAN TAN TAN TAN!!!!

Recuerdo que cuando esperaba el ya desaparecido colectivo de la cinco en Nueve de Octubre y Boyacá era algo inevitable toparse con el Hombre de la Campana en su puesto de revistas. Ver su camioneta destartalada pero pintada completamente de amarillo y adornada con banderines y posters de el ídolo era algo que te hacía sonreir y te aydudaba a sobrellevar tu día.

Gracias DON JULIO ESPINOZA.

La campana dejó de sonar.

http://www.cre.com.ec/Desktop.aspx?Id=170&e=98083

Adiós al “Hombre de la Campana”Guayaquil (CRE).-
El sepelio de Julio Epinoza, mejor conocido como el "Hombre de la Campana", se realizó este lunes en un mausoleo del Cementerio General de la ciudad de Guayaquil.

La tarde de este lunes, alrededor de las 16h00 locales (21h00 GMT) se realizó el sepelio de Espinoza, entre cientos de hinchas y familiares que deseaban darle un último adiós.

El Benemérito Cuerpo de Bomberos de Guayaquil, en reconocimiento a los 35 años de haber prestado sus servicios a dicha institución, brindo condecoraciones especiales a Espinoza.

Desde la iglesia Jesús Obrero, ubicado en Leonidas Plaza, partió el éxodo para sepultar a este hincha, quien en vida alentó por más de 50 años al Barcelona, haciendo sonar en cada partido su campana, en tributo al equipo de sus amores y ensueños.

El Presidente de la institución "Torera", Galo Roggiero, también se hizo presente para despedirse del mismo.


http://www.elcomercio.com/noticiaEC.asp?id_noticia=121122&id_seccion=9

El ‘Hombre de la campana’, símbolo de la hinchada barcelonista, fue despedido con cantos y lágrimas

Mientras el cuerpo de Julio Espinoza era trasladado desde su domicilio hasta la iglesia Jesús Obrero, el sonido de la campana alertaba la presencia cercana del cortejo fúnebre.Onorio Espinoza, hermano del fallecido ‘Hombre de la campana’, lideró la procesión que arrancó desde Sucre y Valenzuela, cerca de las 14:40 de ayer. Luego de partir, un grupo conformado por aproximadamente 200 personas acompañó al féretro a la iglesia, luego a las calles donde Julio laboró como comerciante (Boyacá y Vélez, y, Chile y Aguirre) y finalmente al cementerio general, norte del Puerto.

Onorio, de 60 años, se encargó de que el sonido que inmortalizó y popularizó a su hermano, lo acompañara en su último adiós. Él estaba subido en la camioneta Datsun que Julio Espinoza compró hace 35 años en 45 000 sucres y que le sirvió como vitrina de su negocio ambulante.

Desde arriba, con el baño de los rayos solares, Onorio y la campana con el adhesivo de Barcelona (una que Julio tenía guardada en su domicilio) encajaron musicalmente con el bombo y los cánticos de aproximadamente 15 barristas de la Sur Oscura que acompañaron al cortejo.“¡Vamos campeón, hay que ganar... y... que suene la campana!, coreaban los integrantes de la barra brava de Barcelona.

El cántico de los ‘oscuros’ provocó que Onorio repicara la campana con mayor fuerza a medida que proseguían las arengas de la barra ‘canaria’ para armar una especie de pieza musical. “¡Cuando yo me muera... quiero mi cajón... pintado de amarillo... como mi corazón” y “Allá en el otro mundo... donde se ha ido el pibe Julio... llegue este canto a su memoria de corazón”, fueron algunos de los cánticos que despertaron lágrimas entre familiares y amigos del desaparecido.

El ataúd de Espinoza estuvo cubierto por una bandera gigante de Barcelona, tal como era su deseo, según indicó Rafael López, amigo cercano del ‘campanero’.“Y adentro, Julio se va llevando la camiseta amarilla y el gorro con el que iba a apoyar. La campana la deja, esa se va a un museo”, decía Rafael, entre sollozos.El grupo que acompañó a Espinoza hasta la iglesia, donde se ofreció una misa en su honor, se unió al pelotón de hinchas que aguardaba en la avenida Quito para despedirlo en su paseo final. Entre lamentos, lágrimas, cánticos y botellas de licor Cristal Seco, los amigos e hijos del ‘hincha número uno del ídolo’ despidieron al que consideraban como ‘el alma del barcelonismo’.