Lo que el Cuarenta te enseña

Como buen vago que soy, el Cuarenta es uno de mis pasatiempos favoritos. Lo aprendí a jugar en mi amado Barrio de La Chala, Calle tercera. Aprendi jugando contra los panas mayores que siempre buscaban "un pato" para limpiarlo, pero asi fui aprendiendo. Y como todo lo que va regresa, despues de ser limpiado me toco limpiar a los nuevos "patos".

También pude pasear mis dotes de "cuarentero" en La Católica, donde armabamos las partidas de 40 en el famoso bar de Colón en la Facultad de Ingeniería. El desorden era tal, que a partir de mi primer semestre quedó prohibido jugar 40 en la facultad. Pero igual nos la arreglabamos para seguir con el vicio. Los que eramos cara de tuco seguíamos jugando en el mismo lugar y a la misma hora desafiando al reglamento. Mas de un pana tuvo que ir al decanato por cuarentero, (incluyendo a su servidor). Otros, ponían a un pana de "campanero" para que avise si alguna autoridad aparecia. Otros jugaban en el parqueadero, en alguna aula vacia. El 40 era el deporte de la Facultad de Sistemas.

Cosas que el 40 me enseño:

Aunque tengas un AS bajo la manga, nunca pero nunca lo botes primero.

Tu pana, por mas pana que sea siempre esta listo para cogerte de a cuatro (caida y limpia).

Despues de soportar tres caidas y limpias seguidas, eres inmune al dolor y la verguenza.

Aprende a disimular, porque por mas buenas que sean tus cinco cartas, pon cara de que no tienes nada bueno.

Nunca te entusiames demasiado con una Ronda, porque igual de facil te pegan en la ronda.

Tener 38 a veces no es la mejor cosa del mundo, porque el "38 no juega".

Siempre estate pilas, por que cualquier man sabido se puede llevar la carta que olvidaste.

Por mas que barajes las cartas, el man de la derecha siempre va a tener una carta para caerte.

Hay manes que no respetan eso "de que a las mujeres no se les pega". Te pegan en la reina sin ningun remordimiento.